El ruido es tanto.
En el mar, en la calle, en el abismo
rechinan los dientes, las astillas;
buscas la piel dulce y salada
la boca que huele a parafina.
El ruido es tanto.
Huye el silencio, lloran,
rentas caricias, gimes,
para ensanchar el mutismo
que se muere.
El ruido es tanto.
Caminas en espiral
siempre a la izquierda
minotauro,
rotas silente y no te encuentras.
El ruido es tanto.
Hombro pegado al muro
carne hollada,
lágrimas que hunden
el barco de los locos.
El ruido es tanto.
Roto el muro, los pedazos
no encajan en su sitio,
así la mente fracturada
pierde el piso, amurallada.
El ruido es tanto.
Levantas los ojos, rememoras,
aspiras letras de otro;
del poeta,
rompen las aguas.
El ruido es tanto.
Ruge el viento rapaz
y encubre la mudez de la palabra;
no hay oído avizor,
pirata que robaste la mar calma.
El ruido es tanto.