jueves, agosto 19, 2010

Roger, el oso



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Roger era un oso, un animal marrón, de tierra, con increíbles rayas negras, educado en su andar nunca marcaba el piso con sus garras, diligente con su deber sólo cazaba lo estrictamente necesario. Pensaba – si elijo la presa con cuidado es seguro que ayudo a la naturaleza –así, en su oficio, trataba con seres que no tenían que estar ahí. Seres que olvidaban su destino, que caminaban por el bosque con tristeza y desaliento. Les daba paz.
Roger era un oso, su soledad amiga le permitía divagar sobre el estado de las cosas, sobre el fluir de los ríos que vienen de las montañas, rápidos y delgados cuando la pendiente es mucha y anchos y lentos en la planicie. Observaba con claridad el mismo proceso en sus presas, ágiles en su juventud y lerdos al llenarse de edad y enfermedad. Estos últimos eran sus cazas. En sus largas caminatas dejaba vagar sus instintos que indubitablemente lo llevaban a la elección adecuada.
Roger era un oso, sentía también el correr del tiempo, acumulaba tristeza y desaliento, esa mañana sus pasos lo llevaron al gran monolito que afloraba en la mitad del bosque, sus paredes casi verticales se elevaban varios cientos de metros y tocaban las nubes bajas, las atrapaban. Sus agudos sentidos le anticiparon la llegada de la jauría, acomodó su cuerpo contra la pared de roca y esperó tranquilo la llegada de los perros.
Roger era un oso, y su paz llegó un poco después que la manada.

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8 comentarios:

viviana dijo...

Pobre oso... perdió su naturaleza de cazador, demasiada consciencia y sutiles pensamientos lo desvariaron y perdió el don más valioso de toda criatura del bosque... las ansias de vivir y el instinto de supervivencia.

María Eugenia Mendoza dijo...

Roger el oso parecía tan ejemplar, hasta antes de toparse con el monolito y darse por vencido.
Va un abrazo.

lichazul dijo...

instintos dónde se van?

quizá en ellos está la salvación a tanto horror rutinario

besitos de luz

Anónimo dijo...

Saludos muchos a ti Arth, como siempre un placer leerte

y si Roger era un oso.... ¿ahora que es?
Saludos a Roger también

bye

atte.

FF

Arturo Herrera dijo...

Viviana, María Eugenia, Elisa y FF; gracias por leer y comentar.

Siempre me maravilla la diversidad de lecturas que tiene un texto, uno tan pequeño como este, que reflejan la otra parte del proceso de escribir. ''Pobre oso'', ''Darse por vencido'', ''¿Dónde los instintos?'' o ''¿Ahora qué es?'': Son reflejos más de los lectores que del mismo escrito. ¡Y me encanta!

No quiero ahora volverme mi propio vocero y escribir "Lo que el escritor quiso decir"...
Sólo apuntaré que Roger era un oso, que observaba el mundo que lo rodeaba y que tenía sus propias ideas sobre su permanencia en él.

Un abrazo múltiple y apretado.

lichazul dijo...

FELIZ CUMPLEVIDA!!!
un abrazo también por acá aunque adelantado
besitos besitos Arturo querido
muchisisimas felicidades el 7 de septiembre
con las mañanitas incluídas!!

Xocas dijo...

Maldita vejez.... No vendría por ahí algún diablo al que venderse...

O algún mercachifle que vendiera relojes que fueran al revés... ;))

Abrazos de invierno a las puertas.

Javier Fernando Castillo Naranjo dijo...

Hola, Arturo, me quedé pensando en el por qué de la tristeza del oso.., tal vez el destino de la nobleza sea ese, en un mundo duro como la roca de un monolito...

Nada, que te sigo el blog, un saludo afectuoso.